Según un estudio, la música que escuches también podría influir en el precio del seguro de coche.
Un estudio realizado por la página web inglesa Populus dice que si van por la carretera y el coche de al lado está escuchando, por ejemplo, jazz o rock, más vale mantener una prudente distancia de seguridad. En cambio, si el vehículo ha elegido el pop como música de fondo, las posibilidades de un imprevisto son menores.
El resultado de las entrevistas realizadas en el Reino Unido se ha obtenido de un total de dos mil conductores durante dos días del pasado mes de noviembre. Según este sondeo, el 76% de los conductores, acostumbrados a escuchar rock mientras conducen, confesaron haber gritado o insultado en alguna ocasión, mientras que un 31% asegura haberse visto involucrado en algún accidente de importancia menor.
Por otro lado, los datos a su vez apuntan a que, en cambio, solo un 13% de los más “poperos” ha sufrido algún incidente en la carretera, también menor. Esto es así debido al carácter simple y repetitivo de las canciones, conociendo en la mayoría de los casos toda letra y
ocupando así un menor espacio en la mente, según se informa en la página.
Para los más sosegados, la música clásica. Estos conductores son menos propensos a abusar del acelerador. El 42% de ellos asegura que la conducción les provoca un efecto relajante.
Sin embargo, aquellos fieles seguidores del jazz son los más propensos a saltarse las normas de seguridad vial, siendo los que más multas reciben. Según la psicóloga Vicky Williamson, el jazz “es una música más compleja e interesante”, siendo esta la causante de una mayor distracción y disminuyendo la atención a los límites de velocidad”.
Por último, los más aficionados a la música reggae son los más distraídos en la carretera.
En resumen, del estudio se llega a la conclusión de que la música clásica invoca relajación, mientras con el jazz aumentan las posibilidades de ser multados, con el pop nos distraemos poco, con el rock damos rienda suelta a nuestra irritación al volante, profiriendo insultos y gritos al resto de conductores, mientras que los más “reggae” son los más distraídos.
Fuente: larazon.es