Una caída con una moto de 400 kilos a 40 kilómetros por hora basta para limar los huesos del motero mejor protegido. Así de simple y así de grave. Y al margen de la prudencia que puedan poner de su parte los motoristas, lo cierto es que de poco les sirve si el asfalto de las carreteras tinerfeñas no está en buen estado y si los guardarraíles siguen siendo auténticos verdugos.
Precisamente para cambiar esta realidad, la Plataforma Motera para la Seguridad Vial organizó ayer una manifestación, que comenzó a las cuatro de la tarde en el Parque Marítimo de la capital y terminó, una hora después, en el despacho del viceconsejero de Infraestructuras y Planificación del Gobierno de Canarias, Álvaro Dávila González.
Unos minutos antes de producirse esa reunión, centenares de moteros subieron sus monturas a la rambla que hay frente a la sede de la Presidencia, hicieron rugir sus motores de alta cilindrada y no pararon hasta que se leyó el manifiesto que más tarde entregarían al viceconsejero.
Los moteros exigen que la seguridad vial sea tratada como un problema de Estado y de salud pública. Y, para empezar, piden guardarraíles seguros, la prohibición de la venta de cascos no homologados, pinturas antideslizantes en las carreteras y señales de tráfico verticales hechas de materiales deformables o rompibles. Además, solicitan que el IGIC no se aplique a la ropa y otros utensilios de seguridad que están obligados a comprar.
Juan Miguel Tejera, propietario de una moto de 400 kilos de peso, explicó que unos guantes básicos de seguridad pueden costar 100 euros mínimo. Las cazadoras también son caras. Por la que él llevaba puesta tuvo que pagar 700 euros y 400 más por el casco. En cuanto a las botas, las que tenía el portavoz de la Plataforma Motera, Víctor Suárez, valen 130 euros. Si bien es cierto que las marcas encarecen los productos y siempre se puede optar por algo más económico, los dos explicaron que el desembolso sigue siendo considerable si un motero quiere ir seguro y bien protegido.
A todo esto se suma que los seguros de moto y el impuesto de rodaje son más caros que los de los coches.
Fuente: laopinion.es
