¿Peligran las compañías de seguros por los coches que se conducen solos?
La que ha ocurrido con el coche autónomo desarrollado por Google bien puede demostrar que sus dos tipos de consecuencias están irremediablemente conectadas. Por un lado, debe suponerse que, una vez alcancen su máximo grado de desarrollo, este tipo de automóviles serán capaces de circular garantizando la máxima seguridad (sin ir más lejos, el 'Google Car' ha llegado a recorrer 450.000 km sin causar un solo accidente), tanto para los ocupantes del vehículo como para los demás usuarios de la vía pública.
Pero esto puede afectar negativamente en uno de los agentes más importantes del sector del automóvil, el de las aseguradoras. Si estos coches garantizan la máxima seguridad, ¿hasta qué punto no se vería amenazado el negocio de las empresas de seguros de vehículos? Cabe pensar que, en todo caso, siempre habrá que asegurar el vehículo ante cualquier desperfecto que pueda sufrir por parte de terceros; pero, al mismo tiempo, la integridad de los ocupantes dejaría de correr el riesgo que sufren en la actualidad y, desde este punto de vista, sería lógico que el precio de las primas comenzaran entonces a descender.
Pero no hace falta ir tan lejos para llegar a cuestionar el futuro de las aseguradoras. Este eventual panorama, el de los coches autónomos, queda aún lejos del presente pero una posibilidad intermedia ya ha empezado a discutir el precio de los seguros: gracias a la reciente irrupción de tecnologías y sistemas de asistencia al conductor que equipan cada vez más modelos, la seguridad va siendo progresivamente mayor con el paso del tiempo y, con ella, parece que el precio de la prima también podría ir cayendo en los próximos años.
Aunque, por otra parte, si los accidentes diminuyen también lo hacen los gastos de las aseguradoras causados por los accidentes de sus clientes.
Fuente: eleconomista.es